viernes, 20 de marzo de 2009

La huelga general en Francia moviliza más gente que la anterior convocatoria


La huelga general convocada por los ocho principales sindicatos franceses movilizó en todo el país a 1,2 millones de personas, según la Policía, una cifra que los sindicatos elevan a tres millones, pero que en cualquier caso es superior a la convocatoria del pasado 29 de enero.


Los sindicatos lograron su propósito de aumentar la movilización, aunque la jornada de huelga general no logró paralizar el país, toda vez que los servicios mínimos hicieron que los transportes públicos funcionaran con relativa normalidad.

Pero el éxito de convocatoria de los sindicatos les otorga fuerza para negociar con el Gobierno, al que piden medidas económicas contra la crisis que sean más favorables a los trabajadores

Desde las ocho de la tarde de este miércoles, los trenes regionales y provinciales funcionaron con grandes perturbaciones. Desde las siete de la mañana de este jueves hubo anulaciones y retrasos en todos los aeropuertos franceses.

El seguimiento de la convocatoria ha tenido especial incidencia en el sector público de la enseñanza, ya movilizada contra la reforma universitaria desde hace casi dos meses. Los trabajadores de la radiotelevisión estatal también se han unido a la convocatoria, al igual que los de teatros y museos.

’Escudo fiscal Sarkozy’

El presidente francés Nicolas Sarkozy intentó hacer oídos sordos a la protesta, indicando que pasara lo que pasara no organizará nuevos encuentros con los sindicatos. En una declaración improvisada el martes, hizo saber que "no he sido elegido para aumentar los impuestos".

El presidente empezó a quedarse sólo en ese punto. Los diputados de la derecha accedieron a las demandas de la izquierda en la Comisión de Finanzas y aprobaron tramitar, en el pleno, un correctivo presupuestario para instaurar una "nueva contribución excepcional del 5%" para las rentas superiores a 70.000 euros anuales.

Crisis

La crisis ha ido a peor, los planes de regulación se han multiplicado y las medidas propuestas por Sarkozy a los sindicatos en la cumbre social del pasado 18 de febrero no se han puesto en marcha: el fondo de inversión social, el aumento del subsidio de desempleo, la reducción de impuestos para el primer tramo de ingresos y las dos primas extraordinarias se han quedado en promesas incumplidas.

El gobierno francés prevé una contracción de la economía del 1,5% y la pérdida de 300.000 empleos en 2009, que pasarán a engrosar un desempleo que ya supera el 8%. Los sindicatos exigen a Sarkozy que abandone sus planes de suprimir empleos en el sector público, anule su decisión de 2007 de recortar impuestos - que estiman sólo beneficia a las clases altas -, y refuerce el sistema de protección social, uno de los más desarrollados del mundo.

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